3 ejemplos de cómo el Mindfulness puede cambiar tu vida
Posted on December 31, 2020 by Paula Castillo, One of Thousands of Career Coaches on Noomii.
3 ejemplos de cómo el Mindfulness puede cambiar su vida.
Según la Dra. Shauna Shapiro, el mindfulness significa prestar atención plena con amabilidad y sin juicios. Tiene muchos beneficios comprobados para el bienestar y calidad de vida.
3 ejemplos de cómo el Mindfulness puede cambiar su vida:
1. Mejora nuestra respuesta ante eventos desafiantes
Los momentos desafiantes en nuestra vida diaria alterar nuestros sentimientos y pueden nublar nuestro pensamiento lógico.
Como resultado, reaccionamos a los desafíos sin comprender realmente qué está detrás de nuestras acciones. La teoría es que, al enfrentarnos con un reto, generamos pensamientos al respecto, como por ejemplo diálogos internos, historias que construimos para dar el contexto, etc. Son estos pensamientos provocan las emociones. Si no estamos concientes de este proceso, nuestras decisiones pueden basarse en las emociones que surgen.
El Mindfulness ayuda a ver a través del ruido emocional y observar lo que nos decimos a nosotros mismos en el momento en que nos sentimos activados.
2. Mejora como manejamos el estrés cotidiano
Ademas de reducir el estrés, el Mindfulness ayuda a ver el estrés como una oportunidad para vivir una vida más plena.
El estres hace que nuestros cerebros se enfoquen agudamente en un problema específico. Cuando el estrés es negativo, nos hace ruminar sobre este problema interminablemente. El estrés “positivo” nos impulsa a generar cambios en nuestras vidas, por ejemplo cuando una persona tiene un susto de salud y lo toma como una advertencia para cambiar sus habitos.
El mindfulness ayuda a observar el momento en que estamos estresados y tomar una pausa para identificar si podemos tomar acción.
3. Ayuda a cumplir objectivos al largo plazo
Cuando usted quiere lograr un objetivo, ¿cómo se motiva mentalmente para lograrlo? Según la experta en autocompasión, Kristin Neff, la autocrítica nos puede ayudar a corto plazo pero a largo plazo nos impide aprender cosas nuevas y lleva a abandonar nuestras metas a largo plazo.
La autocrítica activa la amígdala, la parte cerebral del cerebro que detecta amenazas en nuestro entorno. Para luchar con estas “amenazas” nuestro cuerpo incrementa nuestra fuerza y energía subiendo nuestra presión arterial, adrenalina y el cortisol. Si no nos detenemos para recuperarnos, la autocritica nos deteriora físicamente y además nos crea una autoimagen negativa, lo que nos lleva a renunciar a nuestros objetivos.
El mindfulness, y autocompasión en específico, reduce nuestros niveles de cortisol y nos ayuda a cambiar nuestra autopercepción De esta manera la autocompasión nos apoya a lograr nuestros objetivos al largo plazo.