¿Vives en piloto automático?
Posted on January 19, 2025 by Melinda Sánchez, One of Thousands of Life Coaches on Noomii.
La rutina nos desconecta del presente, impidiendo disfrutar y tomar decisiones conscientes.
“La vida se me pasa volando”, me decía una de mis coachees la semana pasada en una sesión de coaching. “¿Por qué crees que tu vida pasa volando?”, le pregunté yo. Se hizo el silencio durante unos segundos hasta que encontró la respuesta: “me come la rutina”.
¿Te ha pasado alguna vez que para ir a algún sitio en coche terminas yendo por el camino que tomas normalmente para ir a trabajar todos los días? Es un ejemplo de vivir en piloto automático. Lo mismo pasa con el día a día, tendemos a seguir una rutina: nos levantamos, desayunamos, nos vamos al trabajo por el mismo camino… y así todo el día hasta que nos vamos a dormir sin darnos cuenta de que hemos pasado el día en piloto automático dejando que nuestra mente piense por nosotros.
La buena noticia es que no estamos haciendo nada mal, nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir y el piloto automático es simplemente una forma de ahorrar energía para nuestro cerebro y que seamos capaces de centrarnos en otras cosas. El problema es cuando la mayoría de mi día vivo en ese estado en el que “me dejo llevar”.
Vivir en piloto automático nos aleja de dos cosas muy importantes:
Disfrutar del día a día: porque nos dejamos llevar en modo automático de forma que los días suelen ser muy parecidos, sin tener la oportunidad de saborear pequeños detalles que normalizamos o se nos escapan por falta de atención.
Tomar decisiones conscientes: perdemos la capacidad de decidir qué quiero hacer o cómo me quiero sentir, simplemente seguimos el plan, la rutina.
Si quieres desactivar el piloto automático para poder disfrutar más de tu vida, aquí tienes unos consejos fáciles para practicar:
Cambia tu rutina diaria: no quiere decir que la cambies para que luego vuelva a ser otro piloto automático distinto, me refiero a que decidas cómo va a ser tu día, qué es lo que vas a hacer. Por ejemplo: hoy desayuno en la oficina, en el coche con los niños, en vez de escuchar la radio vamos a hablar de la peli de ayer, esta noche no cocino, pedimos algo de cenar, etc.
Dedica unos minutos al final del día para pensar cómo ha ido, qué he hecho, qué he disfrutado, por lo que estoy agradecido, qué me gustaría que hubiese sucedido de otra forma.
Practica la meditación: cuando meditamos, traemos nuestra mente al momento presente. Si meditamos con regularidad, estamos acostumbrando a nuestra mente a vivir más el ahora. Es como cuando hacemos ejercicio, el cuerpo gana en flexibilidad, mejora nuestra masa muscular… Con la meditación estamos ejercitando nuestra mente para que cada vez nos cuente menos estar enfocados en el momento presente.
Simplemente preguntándonos si estamos en piloto automático, el hecho de preguntarnos hace que incluyamos la conciencia en la situación y nos sacará de forma inmediata del modo automático. La mente es así de agradecida, practica y me cuentas cómo te ha ido.